
El Enigma de la Transparencia: La Posible Desaparición del INAI
Imagina un mundo donde la información pública fluye a raudales, desvelando los secretos bien guardados de las entidades gubernamentales. Esa es la realidad que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ha hecho posible en México desde 2003. Pero ahora, una sombra se cierne sobre esta institución. La posibilidad de una reforma constitucional podría borrar de un plumazo a este guardián de la transparencia, poniendo a prueba el compromiso del país con el acceso abierto a la información.
La Amenaza de la Reforma Constitucional
Aunque el artículo sexto de la Constitución mexicana defiende con firmeza el derecho a la información pública, el posible desmantelamiento del INAI está causando una ola de preocupación. Este órgano autónomo ha sido el pilar que asegura que las puertas de las entidades públicas permanezcan abiertas. Sin el INAI, los caminos hacia la obtención de información podrían volverse sinuosos y agotadores, dejando a los solicitantes en la encrucijada entre los tribunales y las barreras burocráticas.
Un Proceso en Riesgo de Fragmentación
Imagina tener que navegar por un laberinto para encontrar una simple respuesta. Esa es la escenario que podría materializarse. La Secretaría de la Función Pública, renombrada como Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, junto con otros órganos del Poder Judicial y las contralorías, podrían heredar las funciones del INAI. Sin embargo, la cobertura se volvería dispareja, fragmentando un proceso que actualmente es centralizado y directo.
La Plataforma Nacional de Transparencia en el Limbo
En las profundidades de la Plataforma Nacional de Transparencia, se almacenan aproximadamente 15.000 millones de datos que cuentan historias sobre contratos, presupuestos y salarios de funcionarios públicos. La desaparición del INAI podría lanzar todo esto al desorden, creando un vacío legal y operativo. El ecosistema de la transparencia en México podría enfrentar una metamorfosis, incierta y desafiante.
En esencia, aunque el derecho de acceso a la información todavía se mantiene en pie, ejercitar este derecho podría volverse un tango complicado sin un cuerpo autónomo como el INAI para abrir la pista. La pregunta que queda en el aire es: ¿Cómo se asegurará México de que aquellos que deseen conocer, todavía puedan hacerlo sin un camino lleno de obstáculos?