
Historias de Corrupción: La Oscura Realidad del Comercio Ambulante en Cancún
En las soleadas calles de Cancún, donde el aroma de kibis y aguas frescas se mezcla con el bullicio del día a día, se teje una inquietante historia que muchos desconocen. Detrás del vibrante comercio ambulante, se esconde una trama de corrupción institucional que afecta a cientos de trabajadores incansables. Bajo la supervisión de la alcaldesa Ana Patricia Peralta de la Peña, los funcionarios municipales han instaurado un sistema de cobros clandestinos que florece en la sombra.
El Lado Oculto del Comercio Ambulante
Se descubrió que funcionarios del área de Fiscalización y Comercio en Vía Pública, encabezados por Jesús Alberto Ayuso Magaña, han estado implementando cobros no autorizados a los vendedores ambulantes. Estos pagos, que van desde 200 hasta 5,000 pesos mensuales, generan más de 18 millones de pesos al mes que nunca se registran en las arcas oficiales. Pero, ¿por qué se permite que este sistema persista?
El Chantaje como Herramienta de Control
Más allá de la simple recaudación ilegal, estos cobros se convierten en un mecanismo de chantaje. Inspectores municipales, en alianza con grupos delictivos, acusan falsamente a los vendedores de actividades ilegales, utilizando amenazas y en ocasiones, el apoyo de la Guardia Nacional. Sin embargo, estos vendedores aseguran que sus productos son tan inocentes como las delicias tradicionales que ofrecen.
Un Sistema Fuera de Control
A pesar de que el registro oficial del ayuntamiento enumera aproximadamente 5,800 vendedores ambulantes, se estima que en realidad hay alrededor de 12,000 operando en Cancún. Esta disparidad refleja un sistema descontrolado y opaco que ha prevalecido a lo largo de múltiples administraciones municipales, perpetuando una cultura de impunidad.
Operativos de Intimidación
Diariamente, los funcionarios llevan a cabo operativos para verificar permisos y recaudar pagos. No obstante, estos operativos son también ocasiones para intimidar a los vendedores, imponiendo multas que varían entre 432 y 5,400 pesos, dependiendo de la situación y de las órdenes no escritas del día.
Voces Oficiales y Silencio Antes Acusaciones
Jesús Alberto Ayuso Magaña, encargado del área, insiste que su prioridad es regularizar el comercio ambulante por seguridad y necesidad. Sin embargo, cuando se lo confronta sobre el chantaje y los cobros ilegales, evade respuestas directas, invitando al escepticismo y a la reflexión sobre lo que está realmente sucediendo bajo su mandato.
Conclusión
Esta crónica expone la gravedad de la corrupción y el abuso de poder que mancha el panorama burocrático en Cancún. Un sistema en el que quienes intentan ganarse la vida honestamente se ven atrapados en una red de intimidación y cobros ilegales. El callado paisaje del comercio ambulante es, en realidad, un campo de batalla donde la honestidad y la corrupción luchan silenciosamente a diario.
¿Cuál será el destino de estos vendedores y qué puede hacerse para detener esta espiral de abusos? Queda en manos de las autoridades y la comunidad buscar una verdadera justicia y un cambio significativo.